martes, 14 de junio de 2011

Mein Fahrrad - Mi bici


Mein Fahrrad ist geklaut worden. Manchmal habe ich echt den Eindruck, dass einige Sachen aus Schicksal passieren.

Vorgestern wollte ich zu Karneval der Kulturen. Ich hatte die brillante Idee, mit dem Fahrrad zu fahren, aber kaum am Hermannplatz angekommen, also 5 Minuten von mir entfernt, kam ich nicht mehr weiter. Alles war abgesperrt und Hunderte von Menschen drängten sich auf der Straße, wo ein riesiger Umzug stattfand. Da ich es aber eilig hatte und ich meine Leute nicht länger warten lassen wollte, stellte ich das Fahrrad dort ab und fuhr mit der U-Bahn. Es war riskant, dort das Fahrrad stehen gelassen zu haben, erstens wegen dem Platz an sich und zweitens wegen des Geländers, an dem es angekettet war, und wo wahrscheinlich Tausende von Leuten drüber steigen würden.

Am Südstern angekommen, hatte ich die ganze Zeit ein komisches Gefühl, zumal ich mich daran erinnerte, dass ich letztes Jahr bei eben diesem Karneval der Kulturen einen ganzen Tag lang  Mojitos gemacht hatte, um mir von dem dort verdienten Geld am nächsten Tag dieses Fahrrad kaufen zu können. Flashback.

Der Nachmittag wurde lang und die Nacht noch länger. Ich ging noch aus und „betete“ innerlich wegen dem Fahrrad. Ich war fast davon überzeugt, dass es dort nicht mehr stehen würde, oder zumindest nicht ganz. Sicherlich würde ein Rad fehlen oder die Lichter...oder sonst was. Innerlich hatte ich mich fast schon verabschiedet.

Um 5 Uhr morgens erreichte ich den Hermannplatz...und DORT STAND ES! Puh! Happy fuhr ich nach Hause und stellte es wie gewohnt im Hinterhof ab. Da alle Fahrradständer besetzt waren, musste ich es am zweiten Eingang hinstellen. Aber das war öfters vorgekommen und es war nichts passiert. Ich habe das Fahrrad auch mal tagelang am Alexanderplatz stehen gelassen und es ist nichts passiert.

Doch gestern, als ich es kurz nehmen wollte, bekam ich einen Schreck: Es war weg!!! Der Platz war leer und sogar ein Stück von dem Schloss lag noch auf dem Boden. Na toll. Zugegeben: Das Schloss war ok, allerdings war das Plastik verschoben, womit man sehen konnte, wie klein doch der Schlüsselumfang war. Vielleicht war das der Fehler. Aber mei, bei mir im Hinterhof??!!!

Obwohl es schade ist, ist es schon merkwürdig, dass das Thema Fahrrad mich die letzten Stunden so beschäftigt hatte. Mh. Schicksal? Ich würde sagen, zur falschen Zeit am falschen Ort.

(Trotzdem: Arschloch!)

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Han robado mi bici. De verdad que a veces tengo la impresión de que algunas cosas pasan por cuestiones del destino.

Antes de ayer quise ir al Karneval der Kulturen [como la Feria de los Pueblos, pero a lo grande]. Tuve la brillante idea de ir en bici, pero nada más llegar al Hermannplatz, es decir, a 5 minutos de mi casa, no pude continuar. Todo estaba cortado y cientos de personas se empujaban en las calles donde se estaba llevando a cabo un desfile multitudinario. Pero como tenía prisa y no quería hacer esperar más a mi gente, dejé la bici ahí y me fui en metro. Fue arriesgado dejar la bici ahí, primero por el lugar en sí y segundo, por la barandilla a la que la amarré, pues seguramente saltarían miles de personas encima de ella.

Alcanzado el Südstern, tuve una sensación extraña todo el rato, sobre todo porque tuve que recordar que el año pasado trabajé  precisamente  en ese mismo evento durante todo el día poniendo mojitos para poder comprarme la bici al día siguiente. Flashback.

El día se hizo largo y la noche aún más larga. Salí de marcha y por dentro “recé” por mi bici. Estuve casi convencida de que ya no estaría, o al menos no entera. Seguro que le faltaría una rueda o las luces…o qué sé yo. Por dentro ya casi me había despedido de la bici.

A las 5 de la mañana regresé al Hermannplatz…¡Y AHÍ ESTABA ELLA! ¡Puh! Super happy me fui a casa y la dejé como de costumbre en el patio interior. Como estaba todo lleno de bicis, la tuve que dejar cerca de la segunda entrada del bloque. Esto ya había ocurrido varias veces y no había pasado nada. Incluso había dejado la bici días enteros en el Alexanderplatz y no había pasado nada.

Pero ayer, cuando iba a cogerla un momento, me asusté: ¡La bici había desaparecido! El sitio estaba vacío e incluso había un trozo de candado en el suelo. Estupendo. Reconozco: El candado estaba bien, pero se había movido el plástico que lo rodea, por lo que se podía ver lo pequeño que era la apertura donde se introduce la llave. Quizás ése fue el fallo. Pero joder, ¿en mi patio?

Aunque me da pena, es curioso que el tema bici me preocupara tanto las últimas horas. Mh. ¿Destino? Yo diría que lugar equivocado a la hora equivocada.

(Aún así: ¡CABRÓN!)

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