viernes, 30 de julio de 2010

desiderii somniculosi

Sacado de una postal que me ha mandado una buena amiga mía:
"sueños, los / deseos, los" [latín desiderii somniculosi] aman la libertad y se dejan admirar. Cuanta más atención se les presta, más engrosan. Si se intentan tocar, salen volando - o se rompen. En este sentido se descartan las vivencias exitosas.

Aus einer Postkarte, die mir eine gute Freundin geschickt hat:
"wunsch-träu-me, die"
[latín desiderii somniculosi] lieben die Freiheit und lassen sich gerne bewundern. Je mehr Beachtung man ihnen schenkt, desto mehr schwellen sie an. Versucht man sie zu greifen, fliegen sie davon - oder sie platzen. Erforlgserlebnisse sind so damit praktisch ausgeschlossen.


jueves, 8 de julio de 2010

¡Viva España!


Ayer fui prácticamente la única que durante el partido España – Alemania apostaba por los chicos del sur. Vi el esperado juego junto a una amiga y unas cincuenta personas en un bar de Friedrichshain. La tensión se mantuvo durante mucho tiempo y siempre que los alemanes se quejaban de sus jugadores – que verdaderamente se encontraban roncando, como hoy se ha expresado uno - yo me reía por dentro, ya que me alegraba mucho por España que ayer lo estaba dando todo. Y así fue. España metió un gol, se mantuvo el 1:0 y los alemanes tuvieron que volverse a casa. Esto fue una gran decepción para el público que, con sus caras largas, ya no sabía qué decir. Hasta ahora había logrado controlar mi alegría – no quise llamar mucho la atención y menos aún después de que en Hannover un italiano perdiera la vida durante una discusión sobre el Mundial – pero mi camuflaje de destapó pronto: una amiga mía de España me llamó inmediatamente al móvil para celebrar la victoria. Así que no sólo estaba hablando en español, el “idioma del enemigo”, sino además en un tono bastante alto, ya que a causa del ruido que había alrededor de mi amiga, apenas la podía entender. De buenas a primeras una fila de personas se dieron la vuelta y se me quedaron mirando…¡Tierra, trágame! Pero no fue para tanto. Mientras que los espectadores se levantaron y se iban con caras tristes, yo seguí flipando. ¡Viva España!


Gestern war ich sozusagen die einzige, die während des Fuβballspiels Spanien-Deutschland für die Südländer wettete. Das lang erwartete Spiel schaute ich zusammen mit einer Freundin und ca. fünfzig anderen Zuschauern draussen in einer Bar in Friedrichshain. Die Spannung hielt lange an und immer wenn die Deutschen sich über ihre Spieler aufregten - die ehrlich gesagt am schnarchen waren, wie heut einer zu mir sagte – musste ich innerlich grinsen, denn ich freute mich sehr für Spanien, die echt ihr Bestes gaben. So kam´s dann auch. Spanien schoss ein Tor, es blieb 1:0 und Deutschland musste „nach Hause gehen“. Dies war eine groβe Enttäuschung für das Publikum, das mit ganz langen Gesichtern überhaupt nichts mehr sagen konnte. Bis jetzt hatte ich meine Freude so ziemlich unter Kontrolle gehalten – ich wollte schliesslich nicht auffallen, und schon gar nicht, nachdem in Hannover ein Italiener wegen einer „WM – Ausseinandersetzung“ ums Leben kam, doch meine Tarnung flog schnell auf: Eine Freundin von mir aus Spanien rief mich auf´s Handy an, um mit mir den Sieg zu feiern. Ich brabbelte also nicht nur auf Spanisch, der Gegnersprache, sondern auch noch ziemlich laut, da ich meine Freundin vor lauter Lärm um sie herum kaum verstehen konnte. Plötzlich drehten sich eine Reihe von Menschen zu mir und guckten mich an...schluck! War aber alles halb so schlimm. Während alle Zuschauer aufstanden und mit trauriger Miene gingen, jubelte ich weiter vor mich hin ¡Viva España!