miércoles, 16 de junio de 2010

Facebook lo hace posible – Facebook macht´s möglich


Como muchos jóvenes yo hace 15 años también tuve un amigo con el que me escribía cartas y que conocí a través de la revista Bravo [en España llegó un poco más tarde, pero en Alemania era una de la revistas juveniles de mayor éxito]. Me acuerdo perfectamente que en realidad quería escribirle a otro chico, pero las fotos del anuncio habían sido intercambiadas y así di con J.I. No sé cuánto duró nuestra correspondencia, supongo que fueron 1 ó 2 los años en que las cartas, en las que nos contábamos nuestras historias, iban de España a Alemania y viceversa. Pero con el tiempo las cartas cada vez disminuyeron más hasta que nos perdimos completamente de vista.

Hoy en día, gracias a redes sociales como facebook, resulta fácil encontrar a gente, aunque a veces cueste acordarse de cómo se llamaban unos y otros. En el caso de mi amigo - “el de las cartas” - no fue difícil, ya que tanto su nombre como su apellido son fáciles de memorizar, así que de vez en cuando miraba en facebook por si también andaba por ahí. Pero no era el caso. Hace poco lo intenté de nuevo y no sólo estaba, sino que además teníamos una amiga en común. Ella había ido al colegio conmigo en España y había coincidido con él en una universidad alemana. Anda, ¡que si eso no es casualidad…! De todo esto me enteré cuando le escribí y él me contestó enseguida. Sí, se acordaba de mí y se mostró sorprendido ante el reencuentro virtual. También me comentó que desde la época de la Bravo habían cambiado mucho las cosas. Y tanto: lleva casado cinco años y es padre de tres hijos. Si no fuera por las redes sociales, seguro que no hubiera sabido nunca más de él. Facebook lo hace posible.


Wie viele junge Leute hatte auch ich vor 15 Jahren einen Brieffreund, den ich durch die Zeitschrift Bravo kennengelernt hatte. Ich weiss noch genau, dass ich eigentlich jemand anderem schreiben wollte, doch waren die Fotos in der Anzeige vertauscht worden, so, dass ich zu J.I. kam. Wie lange der Kontakt hielt, kann ich nicht mehre sagen, etwa 1 oder 2 Jahre gingen die Briefe von Spanien nach Deutschland und umgekehrt, in denen wir uns unsere Teenie – Geschichten erzählten. Die Briefe wurden immer weniger und irgendwannmal verloren wir uns komplett aus den Augen.

Heutzutage ist es leicht, mit sozialen Netzwerken wie facebook, Leute wiederzufinden, obwohl man manchmal echt grübeln muss, wie der oder diejeniege denn hiess. Bei meinem Brieffreund war es nicht schwer, denn der Vor- und Nachname waren relativ leicht, also guckte ich ab und zu nach, ob er nicht auch bei facebook ist. War aber nicht der Fall. Vor kurzem hatte ich es wieder versucht und er war nicht nur da, sondern wir hatten auch noch eine gemeinsame Freundin. Sie war mit mir zusammen in Spanien zur Schule gegangen und hat ihn Jahre später beim Studium in Deutschland kennengelernt. Na, wenn das kein Zufall ist! Das alles erfuhr ich nachdem ich ihn anschrieb und er schnell antwortete. Ja, er konnte sich noch an mich erinnern und war selbst überrascht über das virtuelle Wiedersehen. Er meinte, seit der Bravozeit hätte sich viel verändert. Und ob: Er ist seit 5 Jahren verheiratet und bereits dreifacher Vater. Gäbe es diese Netze nicht, hätte ich sicherlich nie wieder etwas von ihm gehört. Tja, facebook macht es möglich.

miércoles, 9 de junio de 2010

Quién controla a quien controla? - Wer kontrolliert den, der kontrolliert?

Continuación de „El camuflaje“ - Fortsetzung von “Die Tarnung”

Después de haber publicado mi último texto, me escribió mi tía diciéndome que, por otra parte, hay gente que se dedica a controlar a los controladores, en el sentido de que se camuflan ante los pasajeros para observar, de la forma más inadvertida posible, si los revisores de billetes hacen bien su trabajo. Esto también se hace en otros ámbitos (por ejemplo, en las tiendas) e incluso a mi me ofrecieron una vez un trabajo similar. Debía pasarme como clienta de un banco para preguntar por toda clase de créditos y así investigar qué tipo de ofertas se me hacían. Pero como estaba trabajando por aquel entonces, no pude hacerlo. ¡Me hubiera interesado mucho! En cualquier caso, y con esto termino el texto, es duro que los trabajadores se tengan que camuflar y que encima tengan que ser controlados por otros “camufladores”. Es casi como en Gran Hermano….¿y quién controla a quién controla?

Nachdem ich den letzten Text veröffentlicht hatte, schrieb mir meine Tante, dass es wiederum Leute gibt, die die Kontrolleure kontrollieren, indem sie – so unauffällig wie möglich – sich unter die Fahrgäste setzen und dann beobachten, ob die „Schaffner“ auch alles richtig machen. Sowas gibt es auch in anderen Branchen (in Läden z.B.) und auch mir wurde mal so ein Job angeboten. Ich sollte als Kundin zu einer bestimmten Bank gehen und mich nach allen möglichen Krediten erkundigen, um herauszufinden, was ich für Angebote bekam. Da ich aber zu der Zeit woanders arbeitete, klappte es nicht. Es hätte mich aber sehr interessiert! Auf jeden Fall, und damit beende ich jetzt diesen Text, ist es schon hart, das Arbeiter, die sich tarnen müssen, von anderen „Getarnten“ geprüft werden. Ist ja fast wie Big Brother...und wer kontrolliert den, der kontrolliert?

martes, 1 de junio de 2010

El camuflaje - Die Tarnung


Siempre que estuve en Berlín de visita me preguntaba cómo se controlaban los billetes del metro, ya que nunca los tuve que mostrar. También pudo ser precisamente por ello, porque como turista mis recorridos eran cortos y así nunca me topé con el revisor de billetes. A esta persona yo me la imaginaba siempre como los de los trenes grandes: algo mayor con uniforme gris e incluso con una gorra. Desde que vivo aquí siempre he estado pendiente de estos trabajadores. Pero nunca los vi.

Un día, en una de las muchas paradas en las que entran al metro cientos de personas, escuché una voz masculina: “¡Billetes, por favor!”. Primero tuve que investigar de quién era la voz, porque con tanta gente no es fácil y sobre todo, cuando tú estás sentado y otras 50 personas están de pie alrededor tuya. Así que asomé mi cabecita entre las masas…y ahí vi cómo los viajeros le mostraban a alguien sus billetes y éste a cambio una tarjeta tipo DNI. Ese alguien no llevaba uniforme, ni gorra y tampoco era mayor. El hombre tenía mi edad y vestía normal.

Así funcionan las cosas, los “controladores” se camuflan entre la muchedumbre para que nadie los reconozca. Tras una estación o dos se bajan del metro y se montan en otro. La mayoría de los que se dedican a esto reciben ayudas sociales y sólo lo hacen a media jornada. Y si sancionan a alguien por ir sin billete, se llevan comisiones. Qué fuerte.


Immer, als ich in Berlin zu Besuch war, habe ich mich gefragt, wie die Tickets in den U-Bahnen kontrolliert werden, da ich sie nie vorzeigen musste. Lag aber vielleicht auch gerade daran, dass ich als Tourist immer nur kurze Strecken fuhr und mir niemals ein Kontrolleur entgegen kam. Ich stellte mir ihn wie eine Art Schaffner vor: ältere Personen mit grauer Uniform und evtl. sogar noch mit einer Kappe. Seitdem ich hier wohne, hielt ich immer nach solchen Uniformen Ausschau. Doch ich sah sie nicht.

Eines Tages, an einer von den vielen Stationen, wo hunderte von Menschen auf einmal in die Bahn einsteigen, hörte ich plötzlich eine männliche Stimme: „Fahrkarten, bitte!“. Ich musste erstmal nachforschen, wem die Stimme gehörte, denn bei sovielen Leuten ist das ja nicht einfach und schon mal gar nicht, wenn du sitzt und 50 Personen um dich rumstehen. Ich also mein Köpfchen durch die Masse...und dann sah ich, wie die Fahrgäste jemanden das Ticket vorzeigten und der hingegen seinen Ausweis. Dieser Jemand trug keine Uniform, keine Kappe und war auch nicht älter. Der Mann war in meinem Alter und ganz normal „urban“ gekleidet.

So war das also, die Kontrolle tarnen sich also richtig in der Masse, damit niemand sie erkennen kann. Nach einer Station oder zwei steigen sie dann wieder aus und rennen zur nächsten Bahn. Die meisten von ihnen sind Hartz IV– Empfänger und machen das nur zur Teilzeit. Und wenn sie Strafzettel verpassen, weil jemand schwarz fährt, kriegen sie Provision. Krass.


Te echo de menos - Ich vermisse dich


Me da mucha pena que haga este mal tiempo porque a causa de la niebla no se te ve y parece que no estás. Espero que pronto salga el sol y los berlineses no tengan que prescindir más de ti.

Es tur mir leid, dass im Moment so miserables Wetter ist, denn durch den Nebel sieht man dich gar nicht und man denkt, du seist nicht mehr da! Ich hoffe, dass bald wieder die Sonne scheint und die Berliner nicht mehr auf dich verzichten müssen.